El hecho ocurrió en la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, cuando vecinos de una comunidad denunciaron una serie de maltratos contra un niño.

Tras una inspección realizada por los carabineros chilenos se constató que el menor de edad sufría de agresiones constantes, era obligado a dormir en el patio y lo alimentaban con sobras.

También se lo halló en un preocupante estado de desnutrición. En su testimonio el niño contó que era privado de alimentos hasta por seis días seguidos y obligado a realizar actividades como limpieza y recoger excrementos de animales con las manos. También se lo privaba de acceso a la limpieza o uso del baño.

«No le dejaban entrar a la casa salvo para hacer aseo, le privaban de agua y comida y sus necesidades las hacía en bolsas o botellas», contó Paula Arancibia, jefa de la Unidad Regional de Atención a Víctimas y Testigos (Uravit).

En el examen médico se verificó que el niño tenía marcas de golpes realizados con palos y otros objetos contundentes. Tampoco asistía al colegio.

La madrastra fue detenida y la Fiscalía chilena le formuló cargos en su contra por homicidio frustrado y maltrato. El padre del menor había abandonado el hogar, por una denuncia de maltrato, con lo que el niño quedó a cargo de la mujer.

Según versiones de los vecinos, el caso había sido denunciado desde hace más de un año, sin que la Policía realice una intervención.

El medio Publimetro de Chile informó que la madrastra fue trasladada a un hospital de Iquique, tras ser agredida por las reclusas de la cárcel Alto Hospicio, en donde se encontraba con prisión preventiva.
Fuente: el telégrafo